Del director que nos presentó La Marcha de los Pingüinos, una historia que se desarrolla en un entorno documental; destaca la belleza y la magia de la naturaleza.

Después del gran éxito obtenido con La Marcha de los Pingüinos (Le marche de l'empereur), el director Luc Jacquet presenta Una amistad inolvidable (Le renard et l'enfant) una bella producción en la cual aprovecha al máximo los paisajes mágicos del bosque, que destacan gracias a una cinematografía documental, y sirven como escenario para las aventuras de una niña que crea una conexión muy especial con un zorro.
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Basada en una experiencia personal, nos cuenta la historia de una niña de 10 años que vive con sus padres — a los que nunca vemos a cuadro — en una cabaña en medio del bosque. Un día, en su camino rumbo a la escuela, observa a un zorro. Como respuesta natural el animalito huye al notar la presencia del "humano". Sin embargo, la niña anhela verlo otra vez.
Así la niña pasa más tiempo en el bosque, observando a la naturaleza y sus criaturas; eventualmente, se reencuentra con el zorro. Surge una confianza entre el animal y la niña, tal que le permite formar parte de su vida, la acepta en su entorno. Surge algo especial, una amistad que no se puede explicar de entrada y que deja una hermosa lección de vida.
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© Bonne Pioche |
La excelente fotografía ofrece una atmósfera mágica, casi como fuera un cuento de hadas. Jacquet aprovecha al máximo los paisajes naturales, en los bosques de Francia, Italia y Rumania — un viaje por las cuatro estaciones y el ciclo de la vida —. Tal vez esta mezcla entre la fotografía casi documental y la ficción, salta un poco considerando el trabajo previo del director con La Marcha de los Pingüinos.
Una amistad inolvidable resulta una gran sorpresa. Una aventura con una reflexión que deja huella en niños y adultos. Más allá de la magia de sus paisajes, el detalle a la flora y fauna, el filme nos habla sobre el amor a la naturaleza y el respeto a su esencia. Si no la has visto, uf, ¡no te la puedes perder!