El ejercicio moderado, como caminar 30 minutos al día, podría ofrecer una mejor protección contra la diabetes y la enfermedad cardiaca que un régimen de ejercicio más riguroso, concluye un estudio estadounidense en el que participaron 240 personas sedentarias de mediana edad.
"En apariencia, parece que tiene sentido que mientras más ejercicios de mayor intensidad hacemos, mejores resultados conseguimos, y para ciertas medidas esto es verdad", dijo en una declaración preparada Cris Slentz, autor principal y fisiólogo del ejercicio del Centro Médico de la Universidad de Duke. "Sin embargo, nuestros estudios muestran que hacer una cantidad pequeña de ejercicios de intensidad moderada es la mejor forma de reducir de manera significativa un marcador sanguíneo clave asociado al riesgo elevado de enfermedad cardiaca y diabetes. Los ejercicios más intensos no parecen conseguir ese resultado".
Quizá lo más sorprendente aún sea que algunos de los beneficios alcanzados mediante el ejercicio moderado parecen durar mucho más tiempo que los beneficios obtenidos a través de un entrenamiento más intenso, dijo Slentz .
El estudio fue publicado en la edición de agosto de Journal of Applied Physiology.
Los participantes del estudio se dividieron en cuatro grupos de ejercicio, mucha cantidad e intensidad alta, poca cantidad e intensidad alta, poca cantidad e intensidad moderada, y un grupo de control que no hizo ejercicio. Los voluntarios empezaron con un periodo de "iniciación" de dos a tres meses de duración y luego continuaron sus programas de ejercicios durante seis meses.
El equipo de la Duke halló que ninguna cantidad de ejercicio modificaba de forma significativa los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL, el colesterol "malo"). Sin embargo, la duración y la intensidad del ejercicio sí mejoraban los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL, colesterol "bueno").
El estudio también halló que hacer poco ejercicio de intensidad moderada redujo de forma significativa los niveles de triglicéridos, que son partículas que transportan la grasa por el cuerpo y que también son un buen indicador de resistencia a la insulina, un marcador para la diabetes. Reducir los niveles de triglicéridos disminuye el riesgo de una persona para la diabetes y la enfermedad cardiaca.
"Un programa de ejercicios apropiado parece capaz de disminuir la resistencia a la insulina de una persona en cuestión de días. Estuvimos también asombrados de observar que los menores niveles de triglicéridos se mantuvieron bajos aún dos semanas después de que finalizaran los ejercicios", dijo en una declaración preparada el autor principal y cardiólogo, Dr. William Kraus.
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